Arquidiócesis de
Yucatán
DIMENSIÓN DE ANIMACIÓN MISIONERA
Calle 57 # 585 X 74 – A Centro.
Tel 9 23 73 67 y 9 86 00 79
DOMUND
– 2015 – OCTUBRE – 18 -
“MOSTREMOS A
NUESTRA COMUNIDAD, LA MISERICORDIA DE
NUESTRO PADRE CELESTIAL”
CATEQUESIS
PARA ADOLESCENTES
Objetivo: Que los adolescentes de la Diócesis de Yucatán descubran que
nuestro Señor Jesucristo por medio de la Iglesia los llama a vivir las obras de
misericordia y a compartirla a todos sus
hermanos. Motivarlos a la cooperación
espiritual y material con la actividad misionera universal de la Iglesia.
Celebren en la propia comunidad la Jornada del DOMUND y
oren por los misioneros.
Oración: Dios Padre, lleno de
misericordia por todos los hombres del mundo, te alabamos y bendecimos por el
don de la fe que nos has regalado, te suplicamos nos envíes al Espíritu Santo
nuevamente, Para que, saliendo de
nosotros mismos, sepamos hacernos prójimos de quienes se encuentran en las
periferias de las relaciones humanas y sociales.
Canto: Alma Misionera: Señor, toma mi
vida nueva antes de que la espera desgaste años en mí. Estoy dispuesto a lo que
quieras, no importa lo que sea; Tú llámame a servir. Llévame donde los hombres
necesiten tus palabras, necesiten tus ganas de vivir. Donde falte la esperanza,
donde falte la alegría, simplemente por no saber de ti. Te doy mi corazón
sincero para gritar sin miedo lo hermoso que es tu amor. Tendré mis manos sin
cansancio, tu historia entre mis labios y fuerza en la oración. Llévame donde
los hombres… Y así, en marcha iré cantando, por pueblos predicando tu grandeza,
Señor. Señor, tengo alma misionera, condúceme a la tierra que tenga sed de
Dios. Llévame donde los hombres…
Dinámica: a manera de lluvia de ideas que los
adolescentes digan lo que les llama más la atención de la canción, que se acaba
de cantar.
INTRODUCCIÓN A LA REFLEXION: Una vez
que todos hayan participado continuamos escuchando con atención lo que nos dice el papa Francisco, "el
Evangelio es fuente de alegría, de liberación y de salvación para todos los
hombres. La Iglesia es consciente de este don; por lo tanto, no se cansa de
proclamar sin cesar a todos «lo que existía desde el principio, lo que hemos
oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos» (1 Jn 1,1). La misión de
los servidores de la Palabra –obispos, sacerdotes, religiosos, Misioneros y
laicos– es la de poner a todos, sin excluir a nadie, en una relación personal
con Cristo. En el inmenso campo de la acción misionera de la Iglesia, todo
bautizado está llamado a vivir lo mejor posible su compromiso, según su
situación personal". Para descubrir cómo la caridad y la misericordia son
fruto y síntesis de la vida cristiana. Nos centramos en la imagen, que presenta
al buen samaritano, (Lc 10,25-37) según el relato de la parábola evangélica. La
propuesta del texto bíblico es clara: "Cada vez que lo hicisteis con uno
de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis" (Mt 25, 40). La
parábola nos hace descubrir quiénes son los preferidos de Jesús y cómo deben
comportarse sus discípulos. Como dice el Papa en su Mensaje, los misioneros
escogen "seguir a Cristo en esta preferencia suya, no ideológicamente, sino
como Él, identificándose con los pobres, viviendo como ellos en la precariedad
de la vida cotidiana y en la renuncia de todo poder, para convertirse en
hermanos y hermanas de los más olvidados, llevándoles el testimonio de la
alegría del Evangelio y la expresión del amor, misericordia y la caridad de Dios".
"La Iglesia es madre enseñan a
sus hijos las obras de misericordia. Ella aprendió de Jesús este camino,
aprendió que esto es lo esencial para la salvación.
No basta amar a quien nos ama. Jesús
dice que esto lo hacen los paganos. Por lo mismo, no basta hacer el bien a
quien nos hace el bien. Para cambiar el mundo en algo mejor es necesario hacer
el bien a quien no es capaz de hacer lo mismo, como hizo el Padre con nosotros,
dándonos a Jesús.
¿Cuánto hemos pagado nosotros por
nuestra redención? Nada, todo es gratis. Hacer el bien sin esperar algo a
cambio. Eso hizo el Padre con nosotros, y nosotros debemos hacer lo mismo con
todo aquel que necesita de nuestra ayuda.
DESARROLLO: Hacer pequeños grupos y comentar
cada una de las obras de misericordia, que se dividen en corporales y
espirituales.
Los catequistas las habrán escrito en
un mural con recuadros finales para que el grupo pueda dibujar. Después de ser
comentadas, a cada una se harán unos dibujos que represente a quien la realiza
y otro a quien la recibe. Pueden ser imágenes habituales en la comunicación
actual o creada expresamente por los destinatarios de esta actividad.
Comentar en el grupo el sentido de las
obras de misericordia que en él se describen. Nos preguntamos con el Papa:
"« ¿Quiénes son los destinatarios privilegiados del anuncio evangélico?».
La respuesta es clara y la encontramos
en el mismo Evangelio: los pobres, los pequeños, los enfermos, aquellos que a
menudo son despreciados y olvidados, aquellos que no tienen cómo pagarte (cf.
Lc 14,13-14).
La evangelización, dirigida preferentemente a
ellos, es signo del Reino que Jesús ha venido a traer: «Existe un vínculo
inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca los dejemos solos».
Los catequistas deberán explicar el
sentido y el valor de la colecta que se realiza con motivo del DOMUND e invitar
a los chicos a participar en ella según sus posibilidades.
"La Iglesia se comporta como
Jesús. No da lecciones teóricas sobre el amor, sobre la misericordia. No
difunde en el mundo una filosofía, un camino de sabiduría sino un camino de
Amor, de perdón y de misericordia.
La madre Iglesia, como Jesús, enseña con el
ejemplo, y las palabras sirven para iluminar el significado de sus gestos" No es lo mismo haber conocido a Jesús que no
conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas, no es lo mismo
poder escucharlo que ignorar su Palabra, no es lo mismo poder contemplarlo,
adorarlo, descansar en Él, que no poder hacerlo. No es lo mismo tratar de
construir el mundo con su Evangelio que hacerlo sólo con la propia razón o sabiduría.
Sabemos bien que la vida con Él se vuelve
mucho más plena y más fácil de encontrarle un sentido a todo. Por eso como
bautizados y aun mas como misioneros evangelicemos"
Actividad: recordar las imágenes,
gestos, y palabras que signifiquen “misericordia” y dibújalo en una hoja,
compártelo con algunos compañeros y el catequista, y compártelo con alguien de
tu familia, y algún amigo.
COMPROMISO: Nos comprometemos a participar en la celebración de la
comunidad y a orar por los misioneros y misioneras.
ORACION
FINAL: Padre bueno, Dios rico en misericordia, concédenos la gracia de seguir
el camino de los misioneros y misioneras. Ellos nos enseñan a ser Iglesia
"en salida", a vencer la comodidad y el miedo, a tomar la iniciativa,
movidos por el Espíritu; a salir al encuentro del otro para mostrarle esa
infinita misericordia de tu corazón que ellos mismos han conocido. Entregados a
Ti en el servicio a los pobres, muestran las puertas siempre abiertas de la
Iglesia: el lugar de la misericordia gratuita, donde cada persona puede
sentirse acogida, amada, alegre por el perdón y alentada a vivir según la vida
buena del Evangelio. Señor, que aprendamos de estos hermanos nuestros a ser
"discípulos misioneros", testigos perseverantes de tu misericordia.
Amen
Despedida: Puede enmarcarlo el canto con el
que hemos empezado.
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