Arquidiócesis de Yucatán
DIMENSIÓN
DE ANIMACIÓN MISIONERA
Calle 57
# 585 X 74 – A Centro / Oficina; Mérida C. 68 x 55 y 57
Tel
9 23 73 67 y 9 86 00 79
Espacios web: g+( Google)
OMPE YUCATAN
Facebook: OMPE
ANIMACION MISIONERA EDAM
Retiro cuaresmal para CCPP y
Grupos apostólicos
(De preferencia antes del 13 de marzo)
“Fortalezcan sus corazones”
“Una llamada a combatir la indiferencia”
(# 2 del Núcleo “Pérdida del Sentido Comunitario”
del Diagnóstico Diocesano).
Confrontar el ambiente de excesivo interés por la
comodidad, el lujo y el bien individual, con el proyecto eclesial del
Evangelio, de manera que viva su camino de conversión.
-<> Aparecida # 304.
-<>
Aparecida # 360
Actividades previas: Realizar una
reunión previa para leer y preparar los materiales requeridos. Convocar a los
participantes y de ser posible pedirles que lleven algo para compartir al término
del encuentro.
AMBIENTAR EL LUGAR DE ACUERDO A LOS LEMAS Y TEMA. (Se puede
ir intercalando cantos ambientales de acuerdo a la disponibilidad de tiempos).
BIENVENIDOS Sean ustedes a este encuentro con el Señor y la comunidad:
(El equipo animador de la sesión
da la bienvenida)
El Papa Francisco, en el mensaje por el motivo de la Cuaresma nos
invita a “Fortalecer Nuestros Corazones”.
(Vaticano, 4 de octubre de 2014, Fiesta de san Francisco de Asís).
Queridos hermanos y
hermanas:
La Cuaresma es un
tiempo de renovación para la Iglesia,
para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de
gracia» (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: «Nosotros
amemos a Dios porque él nos amó primero» (1 Jn 4,19). Él no es indiferente a
nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro
nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos.
Canto: (Tiempo Cuaresmal)
Oración:
Buen Jesús, que te retiraste cuarenta días en
el desierto para preparar tu misión entre nosotros, permíteme que tu ejemplo
sea un espejo donde verme reflejado durante esta cuaresma.
Yo también sé que debo prepararme para cada
momento de mi vida… Sé que junto a Ti, puedo tomar fuerza que necesito para
vivir como quiere el Padre.
Deseo vivir cada uno de estos días como un
prólogo para la Pascua.
Que sean una preparación adecuada para poder
resucitar contigo y dejar atrás las cadenas del error que me esclavizan.
Tu Pascua es signo de libertad; te pido que
me ayudes a lograrla, ya no estar atado a nada que no sea bueno.
Que no me atrapen las redes del consumismo,
del prestigio social, del aparentar, del "no te metas", del
egoísmo...
Que cada día sea un escalón más que me
acerque a la verdadera felicidad que Tú me propones con tu vida y tu mensaje.
Amén.
(Se puede hacer la
invocación al Espíritu Santo).
Dinámica de preparación para el encuentro:
1. El animador
hará una breve introducción para preparar el clima de celebración y darle
sentido a la misma:
La cuaresma es un tiempo donde estamos invitados a
escuchar la voz de Dios que nos invita a prepararnos para la Pascua. Pero en este tiempo, distintas situaciones,
pueden estar distrayendo nuestra atención de la propuesta de Dios para nuestra
vida. A través de esta dinámica les proponemos reflexionar
sobre este tema, para pensar cuáles son los posibles «ruidos» que nos
impiden
escuchar a Dios.
2.
Necesitamos un radio, una persona que toque una pandereta, otro que
aplauda y otro que hable.
3. Se
invita al grupo a tratar de escuchar a quien está hablando, que lo hará a la
vez que otro aplaude, otro toca la pandereta y
mientras el radio funciona con la música.
4. El
animador pide silencio, apaga el radio y conversa con el grupo para ver si
pudieron percibir el mensaje del que hablaba. Luego se repite la dinámica
sacando cada una las «interferencias» (conviene dejar para el final el radio
que es lo que más dificulta la audición), hasta finalmente dejar sólo a la
persona que repetirá varias veces la frase de Isaías 40, 3a: «Preparen en el
desierto el camino del Señor».
5. Luego
de conversar entre todos sobre las primeras conclusiones de la dinámica, se
propone las siguientes preguntas para pensar personalmente y luego compartir en
pequeños grupos:
• ¿Qué
ruidos externos, voces, propuestas, no nos dejan escuchar la voz del Señor?
• ¿Qué
ruidos internos, preocupaciones, inquietudes, no nos dejan escuchar la voz del
Señor?
Desarrollo: Este encuentro se realizará en cuatro momentos:
PRIMER MOMENTO: CATEQUESIS
Mensaje en la botella
Material: Hojas de lectura, hojas para escribir, lápices o bolígrafos,
cartulinas o papel bond, plumones y botellas según el numero de equipos que
formen.
1. Forman equipos de acuerdo a los participantes.
(Subdivida
a los integrantes de cada equipo en 3 partes)
2. Repartan a cada equipo el material.
3. Explíquenles que escribirán un mensaje que se
meterá en una botella para tirarla al mar.
4. Indíquenles a cada equipo: Que el mensaje es en relación al tema:
El mensaje del Papa Francisco, por la Cuaresma, en
el que nos invita a “Fortalecer Nuestros Corazones”.
a) El equipo 1 escribirá un mensaje imaginando que
son sobrevivientes de un naufragio y que se encuentran en una isla desconocida
en espera de ser rescatados
b) El equipo 2 imaginará que son piratas y
dibujará un mapa para encontrar un tesoro enterrado (camino de conversión aplicado
a la cuaresma-Pascua)
c) El equipo 3 imaginará que es el dueño del
tesoro de un barco hundido y está buscando la ayuda de marinos y exploradores
para encontrarlo, por lo que deberán escribir un mensaje.
5. Termina la actividad con una plenaria en el que
se pide a los equipos que lean sus mensajes y se muestre el mapa.
Introducción:
La cuaresma es un tiempo de preparación para la
Pascua donde es importante que los cristianos vayamos poniéndonos en sintonía
con la fiesta de la «entrega total». Es un tiempo de reflexión, de revisión de
nuestra vida, de conversión, de renovación de nuestra fe. Es un tiempo donde
estamos invitados a ir al desierto, donde otras voces y ruidos no nos
distraigan del encuentro con el Señor.
2. Ahora
este desierto, no tiene por qué ser ausencia de otros, ya que el hermano es el
mejor lugar donde encontrarnos con Jesús.
Sí va a requerir de nosotros un cambio de actitud para poder descubrirlo
y escucharlo.
Reflexión:
El Papa Francisco, en el mensaje por el motivo de la Cuaresma nos
invita a “Fortalecer Nuestros Corazones”.
“Cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos
olvidamos de los demás, no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni
las injusticias que padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia.
Esta actitud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial,
hasta tal punto que podemos hablar de una globalización de la indiferencia. La indiferencia hacia el prójimo y hacia
Dios es una tentación real”.
“Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama
hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la
encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios,
se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la
tierra”.
“Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta
esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los
sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga 5,6). Sin
embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través
de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la
Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida”.
“El Papa propone tres pasajes para comenzar esa
“renovación cuaresmal”, para “no ser indiferente y no centrarse en sí mismo”.
1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26) –
La Iglesia
a) “Sólo se puede testimoniar lo que antes se ha
experimentado. El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su
bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él,
siervo de Dios y de los hombres”.
b) “La
Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a
ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando
recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos
en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la
indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones.
Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente
hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es
honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26)”.
c) “La
Iglesia es porque en ella participan los santos,
pero a su vez porque es comunión de cosas santas: en esta comunión de los
santos y en esta participación en las cosas santas, nadie lo posee sólo para sí
mismo, sino que lo que tiene es para todos.
La respuesta es de cuántos se dejan tocar por ese amor.
d) “El amor de Dios que se nos reveló en Cristo y
todos sus dones; y puesto que estamos
unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por
aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con
ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de
salvación.
2.- “¿Dónde está tu hermano?” (Gn 4,9) – Las parroquias y las
comunidades
a) “Es necesario traducir en la vida de las
parroquias y comunidades, lo que hemos dicho para la Iglesia universal, en
estas realidades eclesiales:
¿Se tiene la experiencia de que formamos parte de
un solo cuerpo?
¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios
quiere donar?
¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles,
pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos?
¿O nos refugiamos en un amor universal que se
compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado
delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31)”.
b) “Unámonos a la Iglesia del cielo en la
oración: La Iglesia del cielo es triunfante porque los santos ya contemplan y
gozan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron
definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y el odio (No Porque hayan
dado la espalda a los sufrimientos del mundo y gozan en solitario) Por lo que hasta
que esta victoria del amor inunde todo el mundo, los santos caminan con
nosotros, todavía peregrinos. También nosotros participamos de los méritos y de
la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro
deseo de paz y reconciliación”.
c) “Santa Teresa de Lisieux, doctora de la
Iglesia, escribía convencida de que la alegría en el cielo por la victoria del
amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que
sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es
seguir trabajando para la Iglesia y para las almas» (Carta 254,14 julio 1897)”.
d) “Así
como los Santos, debe ser para nosotros motivo de fuerza para superar tantas
formas de indiferencia y de dureza de corazón, la victoria de Cristo resucitado: Por lo que toda comunidad
cristiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la
sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados”.
e) “La
Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma,
sino que es enviada a todos los hombres. La
misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el
camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch
1,8). Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes
Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para
ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y
para toda la humanidad”.
f) “Queridos hermanos y hermanas, que los lugares
en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y
nuestras comunidades; lleguen a ser islas de misericordia, en medio del mar de
la indiferencia”.
3.- “Fortalezcan sus corazones” (St 5,8) – La persona
creyente
a) “Tenemos la tentación de la indiferencia:
Estamos saturados de noticias e imágenes tremendas que nos narran el
sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para
intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de
horror y de impotencia?”
b) “Podemos orar en la comunión de la Iglesia
terrenal y celestial: La propuesta de 24 horas para el Señor; que se celebre en
toda la Iglesia (también a nivel diocesano) los días 13 y 14 de marzo, es
expresión de esta necesidad de la oración. No
olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas.”
c) “Podemos ayudar con gestos de caridad,
llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los
numerosos organismos de caridad de la Iglesia. La Cuaresma es un tiempo
propicio para mostrar interés por el otro con un signo concreto, de nuestra participación en la misma
humanidad.”
d) “El sufrimiento del otro constituye un llamado
a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de
mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos humildemente la
gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confiaremos
en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos
resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos
salvar al mundo y a nosotros mismos”.
e) “Para superar la indiferencia y nuestras
pretensiones de omnipotencia, este tiempo de Cuaresma vivámosla como un camino
de formación del corazón: Tener un corazón misericordioso no significa tener un
corazón débil”.
f) “Quien desea ser misericordioso necesita un
corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que
se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos
llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce
sus propias pobrezas y lo da todo por el otro”.
** Termina la actividad con una plenaria en el
que se pide a los equipos que lean sus mensajes y se muestre el mapa
SEGUNDO MOMENTO: ESPIRITUALIDAD
Se leen y se reflexionan con los pasos de la
Lectio Divina:
La Lectio
Divina es una forma de tener un encuentro con Dios a través de la Sagrada
Escritura, y se hace normalmente tomando un pasaje determinado de la Biblia
para hacer la oración:
Paso 1. Leer:
¿Qué dice el texto? En primer lugar, se lee el texto. Al nivel más básico, uno
se pregunta: ¿Qué sucede en este pasaje del Evangelio? A veces, conviene usar
un comentario bíblico o leer la explicación de la propia Biblia para entender
mejor el contexto.
Paso 2. Meditar:
¿Qué me dice Dios a mí en este texto? En este punto, uno ve si hay algo que
Dios quiere darle a conocer en este pasaje.
Saborear y escuchar uno se queda meditando sobre una idea, una sola
palabra o una frase que uno escoge del pasaje leído. Casi siempre uno puede
relacionarlo con algún suceso o experiencia de su vida.
Paso 3. Orar:
¿Qué le quiero decir yo a Dios sobre el texto? Después de meditar en este
pasaje, tal vez uno sienta temor por lo que cree que el Señor le pide hacer,
pero también uno puede sentirse animado por el ejemplo de la confianza de Jesús.
Paso 4. Actuar:
¿Qué hacer como resultado de la oración? Finalmente, uno actúa. La oración debe
movernos a actuar.
Preguntas para reflexionar:
¿Cada cuando me pongo, sin prisas, delante de la
presencia de Dios, sintiendo su mirada y viviendo de su mirada?
¿Cómo es, en este momento de mi vida, mi relación
con Dios? ¿A dónde y hacia quiénes
dirigiré mi mirada, la mirada de Dios, hoy?
LECTIO DIVINA
ENTRONIZACIÓN DE LA BIBLIA
Saludo: Que el Señor Jesús, Palabra de Vida que
ilumina nuestro entendimiento e inflama con su amor nuestro corazón, presida
este momento para gloria suya y beneficio nuestro. Amén.
Ven, Espíritu Santo ilumina mi mente, abre mi
corazón para encontrar en tu Palabra a Cristo, Camino, Verdad y Vida...
Ayúdame a seguir hoy, el llamado de Cristo en una
vida nueva, según la Palabra.
Y ser para todos en el mundo un enviado del Señor,
un hermano y un amigo un discípulo misionero del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Amén.
1. Leemos
la Palabra de Dios
MONICIÓN: Desde el Antiguo Testamento, la Palabra
de Dios era colocada en un lugar preponderante, y desde ese lugar se proclamaba
para todo el pueblo, iluminando sus proyectos. Con Jesús, Palabra vida, Palabra
encarnada, es proclamada como Buena Noticia para todos nosotros. Escuchemos.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (24,
13-35)
13 En aquel mismo día, dos de los discípulos se
dirigían a un pueblo llamado Emaús, que dista de Jerusalén unos once
kilómetros. 14 Iban hablando de todos estos sucesos. 15 Mientras hablaban y se
hacían preguntas, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos.
16Pero sus ojos estaban tan cegados, que no eran capaces de reconocerlo.17 Él
les dijo: — ¿Qué es lo que vienen conversando por el camino? Ellos se
detuvieron entristecidos, 18 y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: —
¿Eres el único en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado allí estos días? 19 Él
les preguntó: — ¡Qué ha pasado? Ellos contestaron:
—Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta
poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo. 20 ¿No sabes que
los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo
condenaran a muerte, y lo crucificaron? 21 Nosotros esperábamos que él fuera el
libertador de Israel. Y sin embargo, ya hace tres días que ocurrió esto. 22 Es
cierto que algunas de nuestras mujeres nos han sorprendido, porque fueron
temprano al sepulcro 23 y no encontraron su cuerpo. Hablaban incluso de que se
les habían aparecido unos ángeles que decían que está vivo. 24 Algunos de los
nuestros fueron al sepulcro y lo encontraron todo como las mujeres decían, pero
a él no lo vieron.
25 Entonces Jesús les dijo: — ¡Qué torpes son para
comprender, y qué duros son para creer lo que dijeron los profetas! 26 ¿No era
necesario que el Mesías sufriera todo esto para entrar en su gloria? 27 Y
empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que
decían de él las Escrituras. 28 Al llegar al pueblo adonde iban, Jesús hizo
ademán de seguir adelante. 29 Pero ellos le insistieron diciendo: —Quédate con
nosotros, porque es tarde y está anocheciendo.
Y entró para quedarse con ellos. 30 Cuando estaba
sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a
ellos. 31 Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Jesús
desapareció de su lado. 32Y se dijeron uno a otro: — ¿No ardía nuestro corazón
mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras? 33 En aquel
mismo instante se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén, donde
encontraron reunidos a los once y a todos los demás, 34 que decían: —Es verdad,
el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón. 35 Ellos, por su parte,
contaban lo que les había ocurrido cuando iban de camino y cómo lo habían
reconocido al partir el pan. Palabra de Dios.
2. Meditación
• MOTIVACIÓN:
En este segundo momento de la lectura orante de la Palabra de Dios, nos
preguntamos: ¿Qué nos dice Dios en este texto? (1mn para reflexionar)
3. Oración
• MONICIÓN:
Respondamos a la Palabra de Dios con el siguiente himno, teniendo en cuenta la
pregunta de este tercer momento de la Lectio: ¿Qué le decimos a Dios a la luz
de lo que hemos meditado? (1mn para reflexionar)
Estate, Señor, conmigo, siempre, sin jamás
partirte, y cuando decidas irte, llévame, Señor, contigo; porque el pensar que
te irás me causa un terrible miedo, de si yo sin ti me quedo, de si tú sin mí
te vas.
Por eso, más que a la muerte temo, Señor, tu
partida, y quiero perder la vida mil veces más que perderte; pues la inmortal
que tú das, sé que alcanzarla no puedo, cuando yo sin ti me quedo, cuando tú
sin mí te vas.
Amén.
4. Actuar-
Contemplación
• MONICIÓN:
Después de la lectura, la meditación y la oración, llega el tiempo de la
respuesta personal a Dios: ¿A qué nos compromete esta Palabra? (1mn para reflexionar)
ACTUALIZACIÓN DEL MENSAJE
La experiencia de los discípulos de Emaús
seguramente la ha vivido una infinidad de discípulos a lo largo de los siglos,
quizás tú, incluso yo mismo. Y es la experiencia de una esperanza fallida:
"Nosotros esperábamos, nosotros creímos". Estas palabras están llenas
de todo el peso de la vida cotidiana, llenas de esperanza y de experiencias
humanas. Así como esos dos discípulos tenían planes (la liberación de Israel),
así nosotros hacemos planes todos los días. Y así como ellos ven clavada en la
cruz su esperanza y se vuelven a casa, así nosotros sufrimos la desesperanza,
cuando nuestros proyectos no funcionan como quisiéramos, o cuando encontramos
muchos obstáculos y resistencias para entregarnos plenamente a Jesús y a su
obra redentora, cuando no nos comprenden nuestros amigos, nuestros familia (padres,
hijos, cónyuge) o simplemente cuando nuestros planes personales se ven
frustrados y miramos al cielo y preguntamos, ¿por qué?
Precisamente para el encuentro con Jesucristo no
sea incompleto, el texto que meditamos nos ofrece cuatro lugares donde podemos
descubrirlo:
• En
el camino de nuestra vida, sobre todo en los momentos de dudas, incertidumbres,
desesperanzas y desánimos;
• En
la Escritura, en la que redescubrimos permanentemente a Jesucristo e iluminamos
nuestro caminar;
• En
la hospitalidad y acogida que le demos al hermano;
• En
la Eucaristía, lugar privilegiado del encuentro con Jesús, donde rememoramos
los motivos y las razones por las que entregó su vida.
Pidamos a Dios que nunca olvidemos las causas por
las que entregó su vida.
Pidamos perdón a Jesús por hacer de su
resurrección un evento a nuestra conveniencia sin comprometernos con lo que Él
dijo e hizo.
Por ello, preguntémonos:
• ¿Qué
causas impiden que tengamos un encuentro vivo de Jesús resucitado? (1mn para
reflexionar)
• ¿Qué
obstáculos encontramos para responden como discípulos al llamado del Señor?
(1mn para reflexionar)
• ¿En
qué nos anima y a qué nos compromete que el Señor vaya a nuestro lado siempre,
especialmente en los que tenemos más desalientos y confusiones, desesperanzas y
desesperaciones? (1mn para reflexionar)
• ¿Nuestro
proyecto personal y comunitario coincide con el proyecto del Reino de
Jesucristo y su mandato misionero? (1mn para reflexionar)
TERCER MOMENTO: PROYECCIÓN-COMPROMISO
-Presentar los COMPROMISOS como ofrenda en la
celebración final.
1. De nuevo
se forman los equipos y se les reparte franjas de cartulinas.
2. Cada grupo puede tener varias franjas de
cartulina, pedirles que escriban, la actitud o acción que el Señor nos pide en
esta cuaresma-pascua. En relación al mensaje del Papa Francisco, en el que nos
invita a “Fortalecer Nuestros Corazones”.
3. Traerlo a plenaria y que ellos pasen a pegar
las franjas, formando una cruz (en el piso o en una pared). (Con Música tenue
de ambientación de acuerdo al tema)
Oración para la cuaresma.
Padre nuestro, que estás en el Cielo, durante esta época de arrepentimiento, ten misericordia de nosotros.
Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras, transforma nuestro egoísmo en generosidad.
Abre nuestros corazones a tu Palabra, sana nuestras heridas del pecado, ayúdanos a hacer el bien en este mundo.
Que transformemos la obscuridad y el dolor en vida y alegría.
Concédenos estas cosas por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Cierre:
Nos dice el Papa
Francisco en el mensaje con motivo de la
Cuaresma:
“Por esto, queridos
hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma:
"Fac cor nostrum secundum Cor tuum": "Haz nuestro corazón
semejante al tuyo" (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús).
De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso,
que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la
globalización de la indiferencia.
Concluyamos con un canto. ALMA MISIONERA CD CONAMI
2005
CUARTO MOMENTO: CONVIVENCIA-COMUNIDAD
Bendición de los
alimentos y convivencia.
Se comparten los
alimentos que hayan traído los participantes o haya preparado el equipo
animador.
DESPEDIDA:
Agradecer su presencia
e invitarlos a frecuentar el Sacramento de la Confesión y la Eucaristía. Y a continuar asistiendo a las celebraciones
propias de este Tiempo Litúrgico.
https://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-mensaje-del-papa-francisco-para-la-cuaresma-2015-44676/
http://www.vidanueva.es/2015/01/28/diez-ideas-del-papa-francisco-en-su-mensaje-para-la-cuaresma-2015/
http://www.evangelizacioncatolica.org/
Rosario y
súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús
Se compone de cinco decenas, en honor a las cinco
Llagas de Nuestro Señor Jesucristo
Al comenzar:
En lugar del Acto de Contrición, se rezará la siguiente
oración de San Ignacio:
Ánima Christi
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Corazón de Cristo, vivifícame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús! Óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
A la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que, con San José, La Virgen María, tus Ángeles y tus Santos
Te alabe y te bendiga por los siglos de los siglos.
Amén. (300
días de Indulgencias*)
|
-. Al principio de cada
decena:
Jesús, dulce y humilde
de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro
-. Diez veces:
Sagrado Corazón de
Jesús: En Vos confío
.- En las cuentas
grandes:
Inmaculado Corazón de
María: Sé la Salvación del alma mía
-. Al concluir la
quinta decena:
Dulce Corazón de Jesús:
Sé Tú mi amor y ten piedad de nosotros
Dulce Corazón de María:
Ruega por nosotros
Este Rosario es un
verdadero tesoro de Indulgencias, porque las oraciones de que se compone, han
sido tan enriquecidas que, en 3 minutos que dura, se ganan 18.500 días de
Indulgencias.
(Traducido del que se
publicó en francés con aprobación del Sr. Obispo de Montreal, Canadá).
Corazón de Jesús:
¡Misericordia!
Corazón agonizante: Ten
piedad de los moribundos
Un Padre Nuestro y un
Ave María por una persona enferma
* Actualmente La
Iglesia ha definido las indulgencias únicamente en dos clases: Plenarias y
parciales.
Plenarias: Se consigue
salvar un alma del Purgatorio. Sólo se puede ganar una al día.
Parciales: Se gana el
doble del mérito por la oración rezada o la acción realizada, al estar
enriquecida con la indulgencia.
Para ganar indulgencias
es necesario estar en gracia de Dios y rezar por las intenciones del Santo
Padre.
LETANÍAS AL SAGRADO
CORAZÓN
-Señor, ten piedad de
nosotros. (Se repite)
-Cristo, ten piedad de
nosotros.
-Señor, ten piedad de
nosotros.
-Cristo, óyenos.
-Cristo, escúchanos.
-Dios, Padre Celestial,
(Ten Piedad de Nosotros)
-Dios Hijo, Redentor
del mundo,
-Dios, Espíritu Santo,
-Santísima Trinidad,
que eres un solo Dios,
-Corazón de Jesús, Hijo
del Eterno Padre,
-Corazón de Jesús,
formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo,
-Corazón de Jesús,
unido sustancialmente al Verbo de Dios,
-Corazón de Jesús, de
infinita majestad,
-Corazón de Jesús,
templo santo de Dios,
-Corazón de Jesús,
tabernáculo del Altísimo,
-Corazón de Jesús, casa
de Dios y puerta del cielo,
-Corazón de Jesús,
horno ardiente de caridad,
-Corazón de Jesús,
santuario de la justicia y del amor,
-Corazón de Jesús,
lleno de bondad y de amor,
-Corazón de Jesús,
abismo de todas las virtudes,
-Corazón de Jesús,
digno de toda alabanza,
-Corazón de Jesús, Rey
y centro de todos los corazones,
-Corazón de Jesús, en
quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría, y de la ciencia,
-Corazón de Jesús, en
quien reside toda la plenitud de la divinidad,
-Corazón de Jesús, en
quien el Padre se complace,
-Corazón de Jesús, de
cuya plenitud todos hemos recibido,
-Corazón de Jesús,
deseado de los eternos collados,
-Corazón de Jesús,
paciente y lleno de misericordia,
-Corazón de Jesús,
generoso para todos los que te invocan,
-Corazón de Jesús,
fuente de vida y santidad,
-Corazón de Jesús,
propiciación por nuestros pecados,
-Corazón de Jesús,
colmado de oprobios,
-Corazón de Jesús,
triturado por nuestros pecados,
-Corazón de Jesús,
hecho obediente hasta la muerte,
-Corazón de Jesús,
traspasado por una lanza,
-Corazón de Jesús,
fuente de todo consuelo,
-Corazón de Jesús, vida
y resurrección nuestra,
-Corazón de Jesús, paz
y reconciliación nuestra,
-Corazón de Jesús,
víctima por los pecadores,
-Corazón de Jesús,
salvación de los que en ti esperan,
-Corazón de Jesús,
esperanza de los que en ti mueren,
-Corazón de Jesús,
delicia de todos los santos,
-Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, Perdónanos
Señor.
-Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, Óyenos
Señor.
-Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, Ten
piedad de nosotros.
-Jesús, manso y humilde
de Corazón, Haz nuestro corazón
semejante al tuyo.
Oración
Oh Dios todopoderoso y
eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones
que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a éstos que piden
misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina
contigo por los siglos de los siglos. Amén.
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