“Discípulos Misioneros en la Comunidad, la Familia, las personas y la vida”

Arquidiócesis de Yucatán
Comisión de Animación Misionera

DOMUND 2009
(SEMANA MISIONERA)

“Discípulos Misioneros en la Comunidad, la Familia, las personas y la vida”

Para Centros Pastorales, Pequeñas Comunidades y Catequistas.


Preparación:
Tres carteles:

“Discípulos Misioneros en la Comunidad, la Familia, las personas y la vida”
“Proceso formativo de los Discípulos Misioneros”

“El compromiso Misionero una conversión pastoral”

(Para el desarrollo del tema se puede formar equipos y hacer preguntas y/o escribir el tema en carteles, según los elementos con los que se cuenten.)

Oración:

Padre de bondad, sabemos que tu presencia ha sido continua en la historia.

Que Jesús, tu hijo y hermano nuestro, invitó a los apóstoles a ser sus Discípulos Misioneros enviándoles el Espíritu Santo.

Sabemos que también nos invitas a cada uno de nosotros a continuar esta tarea.

Te agradecemos que nos hayas escogido para escuchar el mensaje que hoy nos quieres dar y que nos quieras formar para anunciar tu Palabra.

Sabemos que no nos dejas solos, porque es tu Espíritu quien nos guía y nos anima del mismo modo que lo ha hecho a lo largo de la historia.

Gracias por la vocación Misionera, te pedimos valentía y fidelidad para continuar el camino que nos dejo tu hijo Jesús.
Te lo pedimos por intercesión de Nuestra Madre María Santísima.
Te lo agradecemos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglo.
Amén.

Canto: Alma Misionera

Objetivo: Reflexionar sobre la responsabilidad que implica ser Discípulos Misioneros y profundizar en el proceso de la toma de conciencia de permanecer fieles al llamado-vocación que Jesús nos ha hecho.

Lectura Bíblica: Hechos 9, 3-9: 17-20. (Aunque se le anexa la lectura de preferencia proclamarla desde las Sagradas Escrituras- Biblia)

3 Sucedió que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo,

4 cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?"

5 El respondió: "¿Quién eres, Señor?" Y él: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

6 Pero levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer."

7 Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto; oían la voz, pero no veían a nadie.

8 Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Le llevaron de la mano y le hicieron entrar en Damasco.

9 Pasó tres días sin ver, sin comer y sin beber.

17 Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: "Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo."

18 Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista; se levantó y fue bautizado.

19 Tomó alimento y recobró las fuerzas. Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco,

20 y en seguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas: que Él era el Hijo de Dios.

Reflexión: (Se puede comentar espontáneamente este episodio del encuentro de Pablo con el Señor Jesús, permitir que participen algunas personas, si es necesario motivar para que algún integrante del grupo organizador comience las aportaciones y de confianza para que otros participen.)

Dinámica: El Cofre
Materiales: Un cofre pequeño y hojas en blanco (o puede estar dibujado el cofre en cada hoja)

Al comenzar se les sienta en un círculo a los participantes y se coloca en medio un cofre pequeño (puede ser dibujado), (si el número de participantes es mayor, se pueden dividir por quipos). Se les entrega a cada participante una hoja (puede tener el dibujo de un cofre o pueden pedir que ellos dibujen el cofre). Se explica que ese es el cofre de los recuerdos y que allí deben colocar tres acontecimientos que los haya acercado a Dios o en los que hayan sentido el llamado de Dios (pueden escribirlos o hacer un dibujo relativo). Cuando cada uno ya lo haya escrito, se forman parejas y comparten sus tesoros. Después de que todas las parejas terminen de compartir se intercambian los cofres con los de la pareja que le tocó. Y se pregunta: ¿Qué tesoro contiene su cofre? Y cada uno va a contar los recuerdos de su compañero.

Desarrollo del Tema:

¿Cómo saber si nuestra formación de Discípulos Misioneros está marchando bien?

I. Ser Discípulos misioneros en América Latina y El Caribe exige una gran responsabilidad:

1. Sensibilidad: Requiere sensibilidad y capacidad de discernimiento para poder descifrar los procesos sociales, culturales y hasta políticos por los que atraviesa la sociedad en la que nos encontramos insertos.
2. Fidelidad: Exige una gran fidelidad a la vocación cristiana a la que hemos sido llamados, pues podría ser relativamente fácil desviar el rumbo de nuestro modo de responder a este llamado que Jesús nos ha hecho.
3. Formación: Exige una formación sólida y permanente que nos ayude a saber descifrar los signos de los tiempos desde los cuales daremos el seguimiento a Jesús, quien es el modelo a seguir, porque sólo Él, se nos ha presentado como el camino, la Verdad y la Vida. Él es el maestro y es a Él y sólo a Él a quien seguimos, todos somos seguidores de Jesucristo.
4. Oración, ayuno, comunión: Así como Jesús invito a sus apóstoles a ser Discípulos Misioneros enviándoles a su espíritu, así hoy te invita a ti también: para que anuncies su Palabra, sabiendo que no estás solo, que su Espíritu Santo es quien nos guía y anima. Cuando empezó Jesús a predicar el Reino de Dios, fue conducido por el Espíritu Santo al desierto para prepararse para su misión (Mc 1,12s), oro y ayunó mucho para comprender lo que su Padre quería; ese mismo Espíritu acompaño a Jesús durante todo su vida (Hch 10,38). Y cuando resucitó, “Jesús comunicó su Espíritu vivificador a los suyos” (DA 149). Este Espíritu ha acompañado también a nuestra iglesia. Es este Espíritu que dentro de la iglesia forja Misioneros decididos y valientes como los apóstoles Pedro (Hch 4,13) y Pablo (Hch 13,9) es Él, quien señala los lugares que deben ser evangelizados y elige a quienes deben hacerlo (Hch 13,2). También nosotros somos enviados como miembros de una comunidad.
5. Trabajo, dialogo, servicio: Todo “Discípulo Misionero, movido por el impulso y el ardor proveniente del Espíritu, aprende a expresarlo en el trabajo, en el diálogo, en el servicio, en la misión cotidiana” (DA 284). “Jesús nos llama para que nos encontremos con Él; para que convivamos con Él; pues Él es quien nos elige para que estemos cerca de Él, aprendiendo y después enviándonos a predicar” (DA 131).

II. La formación de los Discípulos Misioneros debe ser Integral, Kerytgmática y Atenta a las diversas dimensiones.

a) Guiada: Confiando en nuestros Pastores, tener comunicación con ellos: Obispos, Sacerdotes, Religiosas, Religiosos y/o Diáconos, que son personas muy preparadas que buscan seguir al igual que nosotros a Cristo Jesús.
b) Fundamentada: A través del Documento Conclusivo de Aparecida, por este medio podremos evaluar si nuestro proceso formativo como Discípulos Misioneros marcha bien.
c) Integral: El proceso de formación debe ser integral: o sea incluir todos los aspectos de la vida de un ser humano, debe ser atenta a dimensiones diversas: La Dimensión Humana y Comunitaria; la Dimensión Espiritual; la Dimensión Intelectual y la Dimensión Pastoral y Misionera. (DA 280)
d) Kerigmático: Con la fuerza del primer anuncio de la Buena Nueva, es decir la fuerza del Espíritu Santo y de la Palabra que contagia a las personas y las lleva a escuchar a Jesucristo, “a creer en Él, como su Salvador, a reconocerlo como quien da pleno significado a su vida y a seguir sus pasos” (DA 279)
e) Una formación personal, respetuosa y acompañada: Con énfasis en la persona, (no se debe perder de vista), ha de buscarse un proyecto orgánico de formación en la parroquia y/o en los Centros Pastorales, en las Pequeñas Comunidades y en los Centros Catequísticos, con la finalidad de que se ofrezca una visión de conjunto, que tome en cuenta todas las necesidades y las fortalezas, así como las iniciativas de los participantes.
f) En comunidad: Nadie se forma como Discípulo Misionero así mismo, solitario, aislado y separado de los demás; este camino debe realizarse en compañía de otros y también con la ayuda de otros. El lugar en donde se debe dar la formación es la propia comunidad, debemos trabajar en la comunidad, para la comunidad. Se debe contemplar el acompañamiento de los más capacitados para guiarnos como es: los Presbíteros, los Diáconos, o los Consagrados (Religiosos o Religiosas) o Laicos que se han preparado, (con anticipación) para esta función tan especial. (DA 282)

¿A ti te gustaría ser parte de los discípulos de Jesús y participar en su Misión?
¿Te gustaría ser amigo de Jesús, anunciando en tu colonia, en tu parroquia, en tu comunidad?

Jesús sigue llamando, quiere Discípulos Misioneros que quieran ser como Él, que anuncien el Reino de Dios en todos los rincones del mundo. Al participar en esta Misión Evangelizadora, el Discípulo Misionero camina hacia la Santidad; pero la santidad no es una fuga hacia adentro de nosotros mismos, o hacia un individualismo religioso, hacia un mundo exclusivamente espiritual, sino que es una invitación a actuar ante los problemas que hoy se nos presentan en la realidad. La Santidad implica “dar testimonio de lucha por la justicia, por la paz y el bien común, algunas veces llegando a entregar la propia vida en todos los acontecimientos de la vida de nuestros pueblos, nos invita a buscar un mundo más justo y más fraterno, en toda la realidad humana, cuyos límites a veces nos duelen y agobian”. (Da 256)
Es dar nuestro tiempo, nuestra comodidad para ser Discípulos y Misioneros y anunciar el Reino de Dios.

Preguntas de reflexión:
¿Qué implica y cuáles son sus compromisos y responsabilidades de ser Discípulo Misionero?
¿De qué manera podemos permanecer fieles a la vocación Misionera de proclamar el Reino de Dios como lo hizo Jesús?
¿A que se refiere cuando se dice que los Discípulos Misioneros deben tener una formación integral, Kerytgmática, y Atenta a las diversas dimensiones?
Para llegar a la vida nueva en Jesucristo y ser Discípulos Misioneros ¿Quiénes y de que modo pueden acompañarnos en este proceso?

Plenario: Para compartir sus comentarios acerca de las respuestas comentadas.

Oración:
Padre Misericordioso, gracias por habernos permitido entender que nuestro compromiso en conversión pastoral requiere de nuestra acción como Discípulos Misioneros. Solicitamos tu fortaleza para vivir el martirio de la fe, el acceso a todos los bienes de la creación, el perdón mutuo, sincero y fraterno, aceptando y respetando la riqueza de la pluralidad y la lucha para no sucumbir a la tentación y no ser esclavos del mal.
Gracias por llamarnos a cumplir tu voluntad, por hacernos participes en la construcción de tu Reino aquí en la tierra. Te pedimos que nos acompañes en todo momento del proceso de formación, pues solo así podremos capacitarnos y responder a las necesidades que existen en nuestra sociedad.
Te pedimos Padre de bondad que ilumines y protejas a quienes nos dirigen para que puedan ser fieles mediadores tuyos.
Gracias Dios Nuestro, Uno y Trino por habernos dotado de espiritualidad fuente y fortaleza para la realización de toda utopía y compromiso cristiano, que parta de lo cotidiano de cada uno, contemplativa en la acción y comprometida con el proyecto de Jesús y que además sea esperanza para un mejor futuro de nuestra humanidad.
Te lo agradecemos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.