El proximo domingo 31 de mayo a las 9:00 a. m. en el Convento de izamal, los fieles de la Arquidiócesis de Yucatán, están invitados para la celebración de Consagración al Espíritu Santo, la cual estará presidida por nuestro Arzobispo Mons. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán.
A continuación presentamos las oraciones que ayudarás a los fieles católicos a Su consagración al Espíritu Santo.
A continuación presentamos las oraciones que ayudarás a los fieles católicos a Su consagración al Espíritu Santo.
ORACIONES PARA LA CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Consagración de la parroquia al Espíritu Santo
Espíritu Santo, ¡ven a nuestra parroquia!, y haz de ella una célula viva de la Iglesia diocesana, un espacio en el que tengamos experiencia viva de Jesucristo, donde se viva la caridad y la reconciliación y se acreciente nuestro ardor misionero.
Don de Dios altísimo, hoy renovamos nuestra consagración a ti. Nos sentimos felices de pertenecerte y de vivir bajo tu acción. Te prometemos dejarnos conducir por ti, como Jesús, para hacer siempre y en todo lo que agrada al Padre. ¡Ven, Espíritu Santo, conságranos, llénanos de ti! Sé tú el alma de nuestra parroquia y el alma de nuestra alma.
Espíritu de amor, haz de nuestra parroquia, casa y escuela de comunión, una red de pequeñas comunidades, grupos y movimientos apostólicos, capaces de articularse entre sí, para que todos sus miembros se sientan y sean realmente discípulos misioneros de Jesucristo en comunión.
Fuego divino, ¡ven a nosotros!, danos tus dones y carismas. Haz de nuestra parroquia una comunidad misionera, que anuncie a Jesucristo, con audacia y poder, y colabore con él en la salvación del mundo.
Padre de los pobres, muchas personas viven hoy en pobreza, sea económica, física, espiritual o moral. Haz que, con la imaginación de la caridad, concretemos signos solidarios de compromiso social, que les ayuden a tener una vida digna y a alcanzar la plenitud que Jesucristo ofrece.
Santo Paráclito, amor siempre joven de Dios, abre el corazón y la mente de los jóvenes de esta parroquia para que aprendan a dejarse amar por Dios Padre, escuchen la llamada de Jesucristo a seguirlo y, fascinados por él, sean capaces de entregar su vida sirviendo a los demás. Suscita entre ellos vocaciones para el sacerdocio y la vida consagrada.
Señor y dador de vida, en la mañana de Pentecostés María presidió con su oración el comienzo de la evangelización. Que ella nos acompañe también en este nuevo Pentecostés, para que nos veamos libres de la fatiga y la desilusión, y salgamos al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos, para comunicarles que Jesucristo ha llenado nuestras vidas de sentido, de verdad y amor, de alegría y de esperanza. Amén.
Consagración de la familia al Espíritu Santo
Espíritu Santo, verdadero Dios como el Padre y el Hijo, por el bautismo y la confirmación cada uno de nosotros te pertenece. Pero hoy, además, nos consagramos a ti como familia. ¡Ven a vivir en nuestro hogar; ven a reinar en nuestros corazones!
Espíritu de santidad, ¡ven, conságranos, haznos tuyos!, transfórmanos en Jesucristo, hijo del Padre e hijo de María, a fin de que como personas y como familia, presentemos, ante los ojos del Padre y la mirada de quienes nos rodean, el verdadero rostro de Jesucristo.
Dulce huésped del alma, llénanos de tus dones y carismas, para que formemos una comunidad de personas al servicio de la vida, una escuela de amor, que en comunión con otras familias, respondiendo a la invitación diocesana a formar pequeñas comunidades parroquiales, participe activamente en la vida y misión de la Iglesia y colabore al desarrollo de la sociedad.
Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, haz que nuestra familia sea, cada vez más, una íntima comunidad de vida y de amor. Impúlsanos a custodiar, revelar y comunicar el amor.
Espíritu Santo, Agua Viva, haz de nuestra familia una verdadera Iglesia doméstica, desde donde se irradie el Evangelio y sus valores a otras familias.
Fuego divino, ¡ven a nosotros!, danos las armas para luchar contra el egoísmo, el materialismo, el hedonismo y el relativismo moral. Impúlsanos a promover la dignidad de cada persona, defender los derechos humanos, y proponer una cultura de la solidaridad, la verdad, la justicia y la paz.
Llénanos de fortaleza y audacia para hacer crecer el Reino de Dios en el complejo mundo del trabajo, la cultura, las ciencias y las artes, la política, los medios de comunicación y la economía, así como en la educación y la vida profesional.
Espíritu de amor, haz de nuestra familia un reflejo de la Sagrada Familia de Jesús, María y José. Que entre nosotros, como en el hogar de Nazaret, tú te sientas en casa y puedas actuar con entera libertad. Haz que esta consagración sea un nuevo Pentecostés, principio de una nueva era para nuestra familia, marcada por el amor, la alegría y la esperanza. Amén. Consagración de cada persona al Espíritu Santo
¡Oh Espíritu Santo!, recibe la consagración perfec¬ta y absoluta de todo mi ser.
Dígnate ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reserva a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones.
¡Oh Espíritu Santo!, transfórmame, con María y en María, en Cristo Jesús, para gloria del Padre y salvación del mundo. Amén.
Espíritu Santo, ¡ven a nuestra parroquia!, y haz de ella una célula viva de la Iglesia diocesana, un espacio en el que tengamos experiencia viva de Jesucristo, donde se viva la caridad y la reconciliación y se acreciente nuestro ardor misionero.
Don de Dios altísimo, hoy renovamos nuestra consagración a ti. Nos sentimos felices de pertenecerte y de vivir bajo tu acción. Te prometemos dejarnos conducir por ti, como Jesús, para hacer siempre y en todo lo que agrada al Padre. ¡Ven, Espíritu Santo, conságranos, llénanos de ti! Sé tú el alma de nuestra parroquia y el alma de nuestra alma.
Espíritu de amor, haz de nuestra parroquia, casa y escuela de comunión, una red de pequeñas comunidades, grupos y movimientos apostólicos, capaces de articularse entre sí, para que todos sus miembros se sientan y sean realmente discípulos misioneros de Jesucristo en comunión.
Fuego divino, ¡ven a nosotros!, danos tus dones y carismas. Haz de nuestra parroquia una comunidad misionera, que anuncie a Jesucristo, con audacia y poder, y colabore con él en la salvación del mundo.
Padre de los pobres, muchas personas viven hoy en pobreza, sea económica, física, espiritual o moral. Haz que, con la imaginación de la caridad, concretemos signos solidarios de compromiso social, que les ayuden a tener una vida digna y a alcanzar la plenitud que Jesucristo ofrece.
Santo Paráclito, amor siempre joven de Dios, abre el corazón y la mente de los jóvenes de esta parroquia para que aprendan a dejarse amar por Dios Padre, escuchen la llamada de Jesucristo a seguirlo y, fascinados por él, sean capaces de entregar su vida sirviendo a los demás. Suscita entre ellos vocaciones para el sacerdocio y la vida consagrada.
Señor y dador de vida, en la mañana de Pentecostés María presidió con su oración el comienzo de la evangelización. Que ella nos acompañe también en este nuevo Pentecostés, para que nos veamos libres de la fatiga y la desilusión, y salgamos al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos, para comunicarles que Jesucristo ha llenado nuestras vidas de sentido, de verdad y amor, de alegría y de esperanza. Amén.
Consagración de la familia al Espíritu Santo
Espíritu Santo, verdadero Dios como el Padre y el Hijo, por el bautismo y la confirmación cada uno de nosotros te pertenece. Pero hoy, además, nos consagramos a ti como familia. ¡Ven a vivir en nuestro hogar; ven a reinar en nuestros corazones!
Espíritu de santidad, ¡ven, conságranos, haznos tuyos!, transfórmanos en Jesucristo, hijo del Padre e hijo de María, a fin de que como personas y como familia, presentemos, ante los ojos del Padre y la mirada de quienes nos rodean, el verdadero rostro de Jesucristo.
Dulce huésped del alma, llénanos de tus dones y carismas, para que formemos una comunidad de personas al servicio de la vida, una escuela de amor, que en comunión con otras familias, respondiendo a la invitación diocesana a formar pequeñas comunidades parroquiales, participe activamente en la vida y misión de la Iglesia y colabore al desarrollo de la sociedad.
Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, haz que nuestra familia sea, cada vez más, una íntima comunidad de vida y de amor. Impúlsanos a custodiar, revelar y comunicar el amor.
Espíritu Santo, Agua Viva, haz de nuestra familia una verdadera Iglesia doméstica, desde donde se irradie el Evangelio y sus valores a otras familias.
Fuego divino, ¡ven a nosotros!, danos las armas para luchar contra el egoísmo, el materialismo, el hedonismo y el relativismo moral. Impúlsanos a promover la dignidad de cada persona, defender los derechos humanos, y proponer una cultura de la solidaridad, la verdad, la justicia y la paz.
Llénanos de fortaleza y audacia para hacer crecer el Reino de Dios en el complejo mundo del trabajo, la cultura, las ciencias y las artes, la política, los medios de comunicación y la economía, así como en la educación y la vida profesional.
Espíritu de amor, haz de nuestra familia un reflejo de la Sagrada Familia de Jesús, María y José. Que entre nosotros, como en el hogar de Nazaret, tú te sientas en casa y puedas actuar con entera libertad. Haz que esta consagración sea un nuevo Pentecostés, principio de una nueva era para nuestra familia, marcada por el amor, la alegría y la esperanza. Amén. Consagración de cada persona al Espíritu Santo
¡Oh Espíritu Santo!, recibe la consagración perfec¬ta y absoluta de todo mi ser.
Dígnate ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reserva a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones.
¡Oh Espíritu Santo!, transfórmame, con María y en María, en Cristo Jesús, para gloria del Padre y salvación del mundo. Amén.
Arquidiócesis de Yucatán " Ven, Vive y Convive"
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