La Corona de Adviento
Hemos llegado a esa fecha en la que los corazones se llenan
de júbilo porque ya se acerca el día en el que conmemoramos la venida
de Nuestro Salvador. Entre las luces, las fiestas de fin de año y las
celebraciones, a veces nos mareamos y olvidamos la causa que originó toda esta
ebullición. Afortunadamente siempre hay una guía, medios
concretos para no olvidar a quién estamos celebrando. Uno de estos medios es
la corona de Adviento.
Dios se hace presente en la vida de cada ser humano y de
cualquier manera le hace sentir su amor y deseo de salvarle.
La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.
La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.
«Con la palabra adventus se quería decir substancialmente:
Dios está aquí, no se ha retirado del mundo, no nos ha dejado solos. Aunque no
podamos verlo o tocarlo, como sucede con las realidades sensibles, Él está aquí
y viene a visitarnos de múltiples maneras» (S.S. Benedicto XVI).
La corona de Adviento es uno de los símbolos característicos
de esta época litúrgica, pero no es solamente un objeto de adorno, sino que hay
toda una liturgia que te ayudará cada uno de estos cuatro domingos a recordar
hacia dónde te diriges.
La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición
pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para
representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor
durante el invierno.
La corona, que procede del Norte (países escandinavos,
Alemania), tiene raíces simbólicas universales: la luz como salvación, el verde
como vida, forma redonda como eternidad. Simbolismos que se vieron muy
coherentes con el misterio de la Navidad cristiana y que pasaron fácilmente a
los países del sur. Los primeros
misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían
de sus costumbres para enseñarles la fe católica.
La corona es un círculo de follaje verde, la forma simboliza
la eternidad y el color la esperanza y la vida. Va enrollada con un listón
rojo, símbolo del amor de Dios que nos envuelve y también de nuestro amor que
espera con ansiedad el nacimiento del Hijo de Dios. En el centro de círculo se
colocan las cuatro velas (pueden ser tres moradas y una rosa o bien todas
blancas) para encenderse una cada domingo de Adviento. La luz de la vela
simboliza nuestra fe.
En Navidad se puede añadir una quinta vela blanca, hasta el final del tiempo de Navidad y si se quiere se puede situar la imagen del Niño en relación con la corona: se tiene que ver que la Navidad es más importante que la espera del Adviento.
El conjunto se sitúa cerca del altar o del ambón de la Palabra, si es en la Iglesia, o en un lugar adecuado si se utiliza en un ambiente familiar o escolar.
La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad, un elemento complementario de pedagogía cristiana para expresar la espera de Cristo Jesús como Luz y Vida, junto a otros ciertamente más importantes, como son las lecturas bíblicas, los textos de oración y el repertorio de cantos.
En Navidad se puede añadir una quinta vela blanca, hasta el final del tiempo de Navidad y si se quiere se puede situar la imagen del Niño en relación con la corona: se tiene que ver que la Navidad es más importante que la espera del Adviento.
El conjunto se sitúa cerca del altar o del ambón de la Palabra, si es en la Iglesia, o en un lugar adecuado si se utiliza en un ambiente familiar o escolar.
La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad, un elemento complementario de pedagogía cristiana para expresar la espera de Cristo Jesús como Luz y Vida, junto a otros ciertamente más importantes, como son las lecturas bíblicas, los textos de oración y el repertorio de cantos.
La corona está formada por una gran variedad de símbolos:
La forma circular. El círculo no tiene principio ni
fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y
también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.
Las ramas verdes. Verde es el color de esperanza y
vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la
gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras
vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.
Las
cuatro velas. Nos hace pensar en la obscuridad provocada por el pecado que
ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre,
Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el
universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada
vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana
llegada de Cristo a nuestro mundo. Son
cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante
los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo, pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.
El listón
rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos
envuelve.
La corona
se puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote. Los
domingos de Adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de
adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación.
Armar la corona
La corona de Adviento consta de una base circular hecha de
hojas de ciprés, eucalipto o algo similar (cabe resaltar que también hay bases
sintéticas, pero es más bonito que sean naturales). La forma circular
representa el amor de Dios que es eterno, sin principio ni
fin, y así como ese amor, la manera en que nosotros debemos amar a los demás, renovándonos
en ese amor siempre. Son ramas verdes porque el color verde representa
la esperanza y la vida. Estas ramas también nos
representan a nosotros que somos parte de un árbol más grande: Dios. Las
cuatro velas representan a las tinieblas derrotadas poco a poco a medida
que se acerca la luz que trae el nacimiento del Señor.
¿Qué necesitas?
·
Una base circular de ciprés o cualquier otro
follaje verde.
·
4 velas o cirios. Tres de color morado y uno
rosado (puedes incluir una vela más de color blanco).
·
Cinta roja y de colores
·
Adornos varios, manzanas, flores para decorarla…
·
y sobre todo, tener el corazón dispuesto para
dejarse iluminar por la luz de Cristo que ya llega.
Es ideal armarla en familia. Coloca la base circular
de hojas verdes y asegúrala bien con un alambre. Adórnala con cintas y coloca
las 4 velas en cada “esquina”, como formando un cuadrado dentro del
círculo. Las velas (que representan cada domingo de Adviento) son tres
moradas y una rosada. El morado representa la vigilia, la penitencia y el
sacrificio. El rosado representa la alegría. Algunas veces se acostumbra a colocar
una vela blanca en el centro de la corona en representación de Cristo, centro
de todo lo que existe. Utiliza las cintas y los adornos para decorar tu
corona
Bendición. Pregunta
en tu parroquia y asiste a la ceremonia.
Oración de bendición que podrás realizar en familia.
Papá o mamá:
«Señor Dios, bendice con tu poder nuestra corona de
Adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de
esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que
así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos. Te lo
pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén».
La liturgia en familia
Busca un lugar central en tu casa dónde colocar la corona.
Puede ser la mesa de la sala o la del comedor. Distribuye las tareas de la
liturgia entre tu familia con anticipación:
·
Quién va a dirigir la liturgia
·
Quién encenderá las velas
·
Quién se encargará de los cantos
·
Quién hará las lecturas
Cada domingo de Adviento se ira encendiendo una vela.
El primer y segundo domingo encenderás velas moradas.
El tercer domingo encenderás la vela rosada (éste se conoce como
domingo de gaudete o domingo de la alegría) porque en medio de
la espera se recuerda que ya está próxima la alegría de la Navidad.
El cuarto domingo, nuevamente, encenderás una vela morada.
Un domingo para invitar a alguien. Es una hermosa
costumbre encender la corona de Adviento en familia, así que otra sugerencia,
es que invites a alguien más a encender la corona con ustedes. Así todos, en
comunidad, nos contagiamos de ese espíritu de
espera por la llegada de Nuestro Señor.
Sugerencias
a) Es preferible elaborar en familia la corona de Adviento
aprovechando este momento para motivar a los niños platicándoles acerca de esta
costumbre y su significado.
b) La corona deberá ser colocada en un sitio especial dentro
del hogar, de preferencia en un lugar fijo donde la puedan ver los niños de
manera que ellos recuerden constantemente la venida de Jesús y la importancia
de prepararse para ese momento.
c) Es conveniente fijar con anticipación el horario en el
que se prenderán las velas. Toda esta planeación hará que las cosas salgan
mejor y que los niños vean y comprendan que es algo importante. Así como con
anticipación preparamos la visita de un invitado importante, estamos haciendo
esto con el invitado más importante que podemos tener en nuestra familia.
d) Es conveniente también distribuir las funciones entre los
miembros de la familia de modo que todos participen y se sientan involucrados
en la ceremonia.
Por ejemplo:
un encargado de tener arreglado y limpio el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña.
un encargado de apagar las luces al inicio y encenderlas al final.
un encargado de dirigir el canto o de poner la grabadora con algún villancico.
un encargado de dirigir las oraciones para ponerse en presencia de Dios.
un encargado de leer las lecturas.
un encargado de encender las velas.
un encargado de tener arreglado y limpio el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña.
un encargado de apagar las luces al inicio y encenderlas al final.
un encargado de dirigir el canto o de poner la grabadora con algún villancico.
un encargado de dirigir las oraciones para ponerse en presencia de Dios.
un encargado de leer las lecturas.
un encargado de encender las velas.
PROPONEMOS ESTE ESQUEMA SENCILLO PARA ORAR AL ENCENDER LA VELA DE ADVIENTO
Primer domingo
LLAMADA A LA VIGILANCIA
ENTRADA.
Se entona algún canto.
Saludo.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...
LITURGIA DE LA PALABRA. Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33: “Estén preparados y vigilando, ya que nos saben cuál será el momento”. Palabra del Señor. (Breve pausa para meditar)
Reflexión.
Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos.
ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.
Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primera semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
PADRE NUESTRO
Guia: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...
CONCLUSION
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
SEGUNDO DOMINGO
ENTRADA. Se entona algún canto. Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...
LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura de la II carta de San Pedro 3,13-14:” Nosotros esperamos según la promesa de Dios cielos nuevos y tierra nueva, un mundo en que reinará la justicia. Por eso, queridos hermanos, durante esta espera, esfuércense para que Dios los halle sin mancha ni culpa, viviendo en paz". Palabra de Dios.
Breve pausa para meditar
Reflexión
Guía: ¿Qué va a cambiar en mí, en nosotros en este Adviento? ¿Se notará que creemos de veras en Cristo?
ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.
Guía: Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne...
Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!
PADRE NUESTRO.
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro...
CONCLUSION.
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvados. Amén.
TERCER DOMINGO
ENTRADA.
Se entona algún canto. Saludo.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo. Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...
LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura de la Primera carta a los Tesalonicenses 5,23:” Que el propio Dios de la paz los santifique, llevándolos a la perfección. Guárdense enteramente, sin mancha, en todo su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Palabra de Dios.
Breve pausa para meditar. Reflexión.
Guía: Los hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán a la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El?
ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.
Guía: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero! Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, ¡caliéntanos en tu amor!
PADRE NUESTRO.
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro...
CONCLUSION.
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvados. Amén
CUARTO DOMINGO
Todos hacen la señal de la cruz.
Guía: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"
Liturgia de la Palabra:
Primera lectura: Rm 13,13-14 "Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo". "Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".
Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7 "Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de su pueblo santo y la admiración de todos los creyentes." -"Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".
Guía: "Ven, Señor, y no tardes.
Todos: "Perdona los pecados de tu pueblo".
SE ENCIENDEN LAS CUATRO VELAS
Guía: "Bendigamos al Señor"
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
Humildad y gloria
El Nacimiento de Jesús
Guía: Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7)
"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron
los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito,
le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento."
"Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".
MEDITACION
La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe.
Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.
Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión
Padre Nuestro / Ave María.
ORACIÓN FINAL
Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: "Amén"
Lectura de la II carta de San Pedro 3,13-14:” Nosotros esperamos según la promesa de Dios cielos nuevos y tierra nueva, un mundo en que reinará la justicia. Por eso, queridos hermanos, durante esta espera, esfuércense para que Dios los halle sin mancha ni culpa, viviendo en paz". Palabra de Dios.
Breve pausa para meditar
Reflexión
Guía: ¿Qué va a cambiar en mí, en nosotros en este Adviento? ¿Se notará que creemos de veras en Cristo?
ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.
Guía: Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne...
Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!
PADRE NUESTRO.
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro...
CONCLUSION.
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvados. Amén.
TERCER DOMINGO
ENTRADA.
Se entona algún canto. Saludo.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo. Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...
LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura de la Primera carta a los Tesalonicenses 5,23:” Que el propio Dios de la paz los santifique, llevándolos a la perfección. Guárdense enteramente, sin mancha, en todo su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Palabra de Dios.
Breve pausa para meditar. Reflexión.
Guía: Los hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán a la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El?
ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.
Guía: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero! Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, ¡caliéntanos en tu amor!
PADRE NUESTRO.
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro...
CONCLUSION.
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvados. Amén
CUARTO DOMINGO
Todos hacen la señal de la cruz.
Guía: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"
Liturgia de la Palabra:
Primera lectura: Rm 13,13-14 "Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo". "Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".
Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7 "Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de su pueblo santo y la admiración de todos los creyentes." -"Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".
Guía: "Ven, Señor, y no tardes.
Todos: "Perdona los pecados de tu pueblo".
SE ENCIENDEN LAS CUATRO VELAS
Guía: "Bendigamos al Señor"
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
Humildad y gloria
El Nacimiento de Jesús
Guía: Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7)
"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron
los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito,
le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento."
"Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".
MEDITACION
La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe.
Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.
Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión
Padre Nuestro / Ave María.
ORACIÓN FINAL
Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: "Amén"
Rezar con la corona de Adviento. 4 domingos para iluminar tu
camino hacia Belén
Fuente: Catholic.net https://www.aciprensa.com/recursos/reflexiones-1764
P. Alberto Ramírez Mozqueda
Andrés D' Angelo https://catholic-link.com/galeria-3-simbolos-bonitos-significativos-navidad/
http://familiacatolica-org.blogspot.com/2009/11/la-corona-de-adviento.html
http://familiacatolica-org.blogspot.com/2009/11/la-corona-de-adviento.html
¿Conoces
los 3 símbolos más bonitos y significativos de la Navidad?
Estamos transitando el tiempo de Adviento, preparándonos
para la Navidad. El Adviento y la Cuaresma son los dos tiempos penitenciales
que nos propone la Iglesia como preparación y anticipación de la Navidad y de
la Pascua respectivamente. Las fiestas grandes requieren grandes
preparaciones, y cuando se vive la preparación adecuadamente el fruto
de la fiesta se multiplica al infinito.
Pero además cuando la realidad que festejamos es grande,
cuando su significación espiritual es muy importante, la tradición de la
Iglesia incorpora algunos símbolos materiales para prepararnos mejor, para que
tengamos un asidero que nos eleve a las realidades espirituales que
contemplamos. La Iglesia tomó algunas tradiciones de los pueblos
que fue evangelizando, o creó sus propias formas de «materializar» estas
realidades espirituales, a modo de catequizar y de darnos medios visibles que
nos ayuden a acercarnos al Misterio. Los humanos necesitamos de este
tipo de símbolos.
En torno a la Navidad, han surgido a lo largo de
la historia de la Iglesia algunos símbolos que todos usamos y reconocemos. Pero
no siempre sabemos su historia, o cómo utilizarlos mejor para adentrarnos en la
espiritualidad navideña.
Otro símbolo de la antigua Europa, y una hermosa costumbre
(que afortunadamente se está recuperando mucho en América) es la corona
de Adviento. Ésta nos ayuda a hacer un seguimiento más intenso del
tiempo de los cuatro domingos anteriores a la Navidad. A medida que vamos
prendiendo las velas, vamos preparándonos para recibir a Nuestro Señor. En cada
domingo podemos hacer participar a toda la familia, preparando una pequeña
liturgia, haciendo énfasis en un aspecto particular del tiempo de Adviento.
El pesebre o nacimiento. Ésta es una tradición
iniciada por el gran San Francisco de Asís y que los franciscanos
extendieron rápidamente por todo el mundo. En sus primeros años eran «pesebres
vivientes» y luego se convirtió en una representación a escala con figuras de
barro cocido, yeso o cera. Cada familia vive el pesebre a su modo, algunas
familias cada domingo de Adviento le van agregando figuras teatralizando la
historia para los más pequeños. El nacimiento es por supuesto, el símbolo
emblemático del día de Navidad, cuando se pone finalmente el niño en el
nacimiento, y la familia se congrega para cantarle villancicos y canciones
típicas de cada país.
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