Arquidiócesis de
Yucatán
DIMENSIÓN DE ANIMACIÓN MISIONERA
Calle 57 # 585 X 74 – A Centro.
Tel 9 23 73 67 y 9 86 00 79
SEPTIEMBRE 2015
CARTA A LOS
SACERDOTES
Estimado
Padre:
Estamos
enviando algunas capsulas misioneras que podrían incluir en su “Cartita
Parroquial” para dar a conocer que: en el trabajo misionero de la Iglesia,
todos los bautizados tenemos la oportunidad de ser los enviados por Jesús a
continuar su misión salvífica en (desde)
nuestras parroquias.
“La Dimensión de Animación Misionera Contribuye, a articular las acciones propias,
a favor del camino del conjunto, proyectando el sentido misionero Mediante la
información, formación y animación del equipo diocesano, y Parroquial, Para descubrir la diversidad complementaria e
impulsar la acción misionera de la iglesia y dar a conocer la Universalidad de
la Salvación.”
SEPTIEMBRE - “Proclamando el Evangelio en el caminar de la
vida”
¡Hay de mi
si no evangelizo!(1 Cor 9, 16) como el apóstol Pablo, quien se ha encontrado
con Jesús, lo menos que puede hacer el discípulo misionero, es seguirle; su
fascinación por Él (como Sn. Pablo) lo lleva a asumir esa bella y difícil tal
vez, responsabilidad, pero que no puede dejar pasar porque lo considera parte
fundamental de su vida. El discípulo de Jesús cree y siente el hambre de llevar
el mensaje de amor a todos los lugares por donde va pasando, pues considera que
este anuncio de la Buena Nueva es como una fragancia que perfuma todo el
ambiente que lo rodea. ¡Hey… Tú, si Tú… católico, eres bautizado? Entonces
estás llamado a llevar ese perfume de Jesús a tus hermanos, a esos alejados, a
ellos también hay que mostrarles el rostro de Dios Amor; Él cuenta contigo para
esta tarea.
OCTUBRE – “Somos
llamados a ser misioneros y colaboradores de Dios en nuestra familia”
Hemos
escuchado más de una vez que la Iglesia es en esencia Misionera y por lo tanto
quienes la formamos, estamos llamados a ser misioneros y tenemos la tarea y
compromiso de anunciar la Buena Nueva del Evangelio. La familia Nakashima nos
comparte su experiencia misionera: Al vivir con la presencia de Dios hemos
entendido que; cuando las personas se aman, se comprometen a acoger la diversidad del otro y a
perdonarse, Dios se hace presente. Ese fue el gran descubrimiento que cambió
nuestras vidas como novios jóvenes, en la víspera de nuestra boda. Nos casamos
con la conciencia de que el señor nos pedía algo más que una vida “regular”,
poco a poco se fue abriendo paso en nosotros la necesidad de asumir como pareja
un compromiso radical, para salir a anunciar a los demás aquella vida de Dios
que habíamos descubierto. Después de un tiempo de discernimiento y oración,
hemos optado por unirnos a una comunidad misionera y como matrimonio ser
anunciadores de la Salvación de Jesús en todo momento de nuestra vida. ¿Te has
preguntado si Dios no te está llamando a formar una familia misionera en tu
Parroquia?
NOVIEMBRE
– “LA SANTIDAD – UN ESTILO DE VIDA, PARA TODOS LAS PERSONAS”
San
Francisco Javier, S.J. nace en 1506. En este Santo la Iglesia honra no solo al
primer misionero Jesuita, sino también al Patrono de todas las Misiones
Católicas en el mundo, como fue declarado por el Papa Pio XI. Nace en Pamplona España y en sus ambiciosos
planes humanos, llega a Paris a estudiar, donde se le da el título de
“maestro”; allí se encontró con Ignacio de Loyola que iniciaba la orden de los
Jesuitas, y aceptó su consejo de participar en los ejercicios espirituales de
un mes. Probablemente durante ese tiempo el Señor comunicó a Francisco Javier
la gracia de una conversión profunda y misionera, respondiendo así a la
invitación de Jesús de seguirlo. Santa
Teresita del Niño Jesús. Nace en 1873, a los 15 años de edad pide que la
admitan en el convento de las Carmelitas, donde ya estaban dos de sus hermanas;
al principio se le negó su petición, pero finalmente fue aceptada. Ella misma
manifestó el motivo principal de su entrega total a Jesús: “salvar” almas y
particularmente pedir por los sacerdotes. En 1897 dio un nuevo testimonio de la
dimensión eclesial de su entrega total a Cristo., en su ansia de responder en
su entrega a Jesús, ella tiene una certeza que Él le deja conocer y así exclama
“En el corazón de la Iglesia, que es mi madre, quiero ser el Amor” Ofreció sus
penas físicas y espirituales para que la misericordia de Dios derrochara
inmensas Gracias en la Obra Misionera de la Iglesia, en 1925 es declarada con
Francisco Javier “Patrona de las Misiones”. Estos santos nos muestran que la Santidad es
posible y está al alcance de todos, no importa cultura, edad, ni rechazos
aparentes, todos estamos llamados a ser Santos, y en nuestra vida ordinaria lo
podemos conseguir.
DICIEMBRE: “SANTA MARÍA DE GUADALUPE,
ES LA GRAN MISIONERA”
Como en la familia humana, la Iglesia –
Familia, se genera en torno a una madre, quien es “alma” y ternura de la
convivencia familiar. María es la gran Misionera, continuadora de la Misión de
su Hijo y formadora de misioneros. (DA # 269) ella, en el acontecimiento
Guadalupano, presidió junto al humilde Juan Diego el Pentecostés que nos abrió
a los dones del Espíritu. Ella que conservaba todos los recuerdos de su Hijo y
los meditaba en su corazón (Lc2, 19) nos muestra la importancia de que
escuchemos a Dios primero, antes de
iniciar cualquier iniciativa evangelizadora, para ser verdaderos discípulos
Misioneros; podemos decir que ella es como nuestra escuela de Fe, Hoy sobre
todo, necesitamos creer y dejarnos guiar hacía Jesús, para atraer a los que
están alejados en las periferias, como nos recuerda el Papa francisco.
Recordemos a nuestros hermanos alejados y cercanos que: “La Misericordia y la
salvación es para TODOS”
La realidad es que a muchos de nosotros nos da
miedo y nos cuesta entender esta verdad, porque eso nos llevaría a “renunciar”
a nuestra vida ordinaria que hemos elegido, no queremos sacrificar nada, ni tv.
Juegos, chismes, descansos, etc. Para dedicar un poco de nuestro tiempo a formarnos
un poco más y “salir” a compartir la
noticia más hermosa que tenemos: ¡Dios te ama! Por donde quiera que andemos
podemos llevar esta Buena Noticia, en la calle, con los amigos, la familia, en
donde estemos, con nuestro testimonio podemos hacer tanto. Pregúntate:
¿misionero yo?
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